Feminidad v/s Feminismo

Como tal, rechazamos plenamente el movimiento feminista impulsado últimamente por movimientos marxistas y fomentado por el proceso de globalización e “igualdad”. El feminismo con sus postulados no contribuye a un desarrollo de la mujer como tal  al rechazar la maternidad y promulgar el aborto contribuye irremisiblemente a la destrucción de la Raza, en una batalla a nuestros ojos ridícula y sin fin benigno alguno. Las mujeres "humanistas-marxistas" comienzan a atacar a las esposas y madres tradicionales acabando ya no solo con los hombres, con las religiones, sino con las propias mujeres que no comparten sus ideas cayendo en el subjetivismo, el individualismo y la carencia de cualquier regla moral. 

He aquí algunos de los postulados feministas 

1. Las mujeres han sido engañadas y se les ha lavado el cerebro para que asuman su papel de esposa y madre como única meta, como consecuencia el ama de casa comenzó a ser despreciada.

2. Debe darse una revolución social, una reforma de la imagen femenina, para que no tenga conflictos de satisfacción sexual.

3. Debe crecer la personalidad humana, sin reglas morales o la religión. La mujer debe enfrentarse a los "prejuicios religiosos" La religión usa "la técnica manipuladora de la psicoterapia" para que la mujer no se libere. El enemigo a vencer y a destruir es las religiones que no le den posiciones de poder a las mujeres.

4. El matrimonio no es una vocación. Ser esposa y madre es un "papel".

5. La madre que trabaja, es mejor madre que las dedicadas a los hijos al 100%.

6. Luchan a favor del aborto, lesbianismo, sacar a la mujer de casa. La razón: "libertad de escoger".

7. El hombre es visto como el enemigo a vencer, pues ha sido el sometedor de la mujer. 

Tras estos puntos que reafirman nuestra propia visión de las cosas, pasamos a revisar el verdadero sentido de nuestro ser, la Feminidad.

 Valorar a la mujer conlleva reconocer y revalorizar el papel insustituible y heroico de las tareas maternas y familiares. La mujer no es meramente una dueña de casa o madre, siendo  ambas trabajos bastantes importante para la Nación,  somos además portadoras y cultivadoras de valores sociales y raciales que mantienen en pie la vitalidad de la sociedad. De esto es lo que deben hacerse totalmente concientes, estas cualidades propias e inagotables que han sido y serán fuente de inspiración y elevación del hombre con beneficio directo en la sociedad, es decir, fuente espiritual y moral de valor incalculable cualidades como: dignidad, nobleza, ternura, sensibilidad y abnegación. Una mujer que acepta su propia naturaleza, su espíritu de entrega y sacrificio, aquella que escuche la llamada desde su interior en pos de un ideal puro y noble, que se convierta en la esperanza del mundo en tinieblas en que vivimos, que sea tan fuerte para hacer frente a esta marea que revienta en contra de nuestra evolución y respeto por  nosotras misma y lo que nos rodea, aquella que pueda ser libre, de verdad, habrá conseguido la propia realización de su Ser femenino.